Los cambios de Xavi, además de los goles de Ferran y Memphis, sirven para que los azulgrana se impongan en el Martínez Valero
De tanto llamar a la puerta, el Barça la derribó. Y eso que necesitó de los jugadores de recambio y del VAR para lograrlo, pues el Elche defendió con uñas y dientes al tiempo que Edgar Badía se convirtió por momentos en Lev Yashin ante los disparos de De Jong y Ferran Torres, de nuevo reñido con el remate aunque sensacional para generar ocasiones y cambiar el sino del encuentro. Triunfo bien madurado por los azulgrana que, además, le sirve para atornillarse en las posiciones Champions.
El Elche defendía cerca de su portería y al Barcelona le costaba horrores de inicio encontrar el pase definitivo, atacar los huecos como siempre exige Xavi. Solo los desplazamientos de Piqué permitían los duelos de Dembélé en el costado derecho, casi siempre resueltos con centros que no encontraban rematador. Sí cazó un balón de esos Aubameyang, pero su remate fue torcido. En otro, llegó Alba desde atrás para pegarle con la derecha, flojo y centrado. Aunque las mejores ocasiones fueron para De Jong. La primera la tuvo tras una nueva carrera de Dembélé -esta vez por dentro- y el rechazo a su intento de vaselina, pero envió el remate al bulto cuando el portero estaba descontado; y la segunda le llegó después de romper desde la segunda línea, incapaz de nuevo de llegar al festejo porque el Edgar Badía le leyó las intenciones en el disparo. Demasiado perdón para recibir el peor de los castigos justo antes del entreacto.
Resulta que el Elche sacó en largo de portería y tras el rechazo de la defensa azulgrana, Pedri le pegó con la puntera para que no cogiera la pelota un rival. El infortunio, sin embargo, fue que la acción de Pedri se convirtió en una asistencia en profundidad para Fidel, que la cruzó con la izquierda ante Ter Stegen y logró el gol que tanto se le enredó al Barça. Por lo que Xavi decidió cambiar de piezas, Ferran Torres por Gavi. Y surtió efecto.
Un eslalon de Ferran bastó para que alcanzara la línea de fondo y diera un pase de la muerte para Pedri, que de nuevo se encasquilló en el chut. Lo mismo que le sucedió al extremo valenciano después de un centro desde el costado opuesto, volea que se marchó a las nubes. Pero no repitió pifia Ferran para sacudirse de encima ese runrún de delantero fallón, pues aprovechó un centro de Dembélé -cómo no- y un mal remate de Alba para enviar el balón a la red y poner las tablas. Con el empate, Xavi volvió a mover piezas para poner a Memphis y Adama por Aubameyang y Dembélé. Una segunda unidad que asusta y que por poco no convierte en oro el Barça, toda vez que Ferran volvió a sufrir dos gatillazos ante Edgar Badía, un muro infranqueable. Pero una mano en el área no señalado por el árbitro y sí por el VAR le valió a Memphis para definir desde los once metros, para que el Barça se marchara del Martínez Valero con un triunfo, el cuarto de carrerilla.
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