Chris Duarte porta con orgullo la ‘dominicanidad’ en la NBA

El escolta de los Pacers vive su primer año en la máxima liga de baloncesto. El camino fue arduo: salió de casa con 16 años para buscar un sueño que parecía distante.

A los 16 años, Chris Duarte dejó República Dominicana. Su sueño era llegar al baloncesto de College. ¿La NBA? ¿Por qué no? Pero parecía tan lejano. Hoy, aquellas ilusiones se han materializado. Duarte es uno de los novatos sensación de la temporada 2021-2022. Reclutado por los Indiana Pacers desde Oregon como el pick 13° del draft de 2021, ha aparecido en 53 duelos de la campaña, 38 como titular, con 13.2 puntos y 4.1 rebotes por noche. No estará en la conversación el Rookie of The Year, pero ha dejado patente su valía como todo un jugador NBA.

El camino no fue sencillo. Su infancia fue marcada por la pobreza en República Dominicana, aunque creció bajo el amparo y el cuidado de su familia, el aspecto más importante de su vida: “Me fui a los 16 años, lejos de mi familia. Vivía con mi madre, mi abuela, mis tías, todos juntos; vivíamos 13-14 personas en una casa. Fue algo muy difícil irme sin nada a otro país a temprana edad, sin saber el idioma, a otra cultura, la comida; todavía me sigue costando trabajo”, recordó en una vídeo-conferencia de prensa en la que participó AS. “En Dominicana no trabajaba, era pobre, pero mi madre no nos mandó a trabajar cuando era niño”, relató sobre el reto que supuso ponerse manos a la obra en sus primeros años en Estados Unidos: “En preschool tuve que ir a la calle, salir a cortar el césped, pedir dinero para poder viajar a otros estados a jugar. No fue fácil, no estaba acostumbrado a ello. Pocos de los que vinieron conmigo en ese tiempo ‘aguantaron el mambo’, como se dice, y se terminaron yéndose”.

Duarte no se olvida de su legado dominicano. Lo porta con honor. Se sabe un representante no solo de su país, sino de la comunidad latina. “Eso (las muestras de ‘dominicanidad’ que publica en sus redes sociales) sale de mí. Me crié y crecí en Dominicana. Estoy muy orgulloso de venir del ‘patio”, aseguró. Como un embajador latinoamericano en la liga, Duarte está consciente de que hay mucho trabajo por hacer todavía para que más jugadores como él arriben al gran escenario. Para que Duarte, Horford, Towns o Toscano no sean una minoría dentro de la NBA. “¿Qué podemos hacer nosotros? Seguir abriendo las puertas. Alzar la voz. Representar a nuestra comunidad de buena forma. Necesitamos más oportunidades. Los jóvenes que vienen subiendo también necesitan más dedicación, más compromiso, soltar la calle, el jangueo“.

El escolta reveló que, antes de ingresar al college, de la mano de Northwest Florida State (2017) tuvo una oferta del Real Madrid. De hecho, tuvo oportunidades para jugar en Italia, Francia y Argentina. Se arrepiente de no haberlas tomado. Y no porque al final su decisión dio resultado, ya que alcanzó la NBA, sino porque le habría gustado vivir la experiencia y concentrar esfuerzos exclusivamente en el baloncesto. Duarte desconocía que en Europa también tendría opciones de alcanzar la máxima liga. “A los jóvenes que están empezando les diría que se vayan a Europa y no a Junior College. No sabía cómo se movía la industria. No sabía que en España iban muchos scouts. Me imagino que allá me iban a tomar como un buen prospecto”. En otras latitudes a Durate habría privilegiado su juego en vez de ocuparse en sus labores académicas: “Estuve cuatro años en Universidad, hice sociología, lo cual no me gustó, no me interesó. Siento como que perdí ese tiempo. En la cancha, por lo menos, aproveché, trabajé y mejoré como jugador y persona; pero, en el estudio, creo que perdí mi tiempo haciendo algo que no me gustaba”.

“Tenemos un buen futuro”

Duarte está contento con el presente de los Pacers, equipo que está lejos de la clasificación directa a los playoffs, pero no tanto del play-in de la Conferencia Este (13°, récord de 22-45). El múltiple trade entre Indiana y Sacramento envió a Tyrese Haliburton y Buddy Hield, dos estrellas de la liga, al vestidor de Duarte. La dinámica del equipo dirigido por Rick Carlisle no ha mejorado sustancialmente, pero el dominicano cree que las adiciones han entrado con buen pie. Eso sí, las perspectivas parece que ya están puestas para el siguiente año: “Me siento bien jugando con Tyrese Haliburton y Buddy Hield. Son muy rápidos y eso concuerda con mi juego. No son caciques, mueven la pelota y traen cosas positivas al equipo. Tenemos un buen futuro y el trabajo es seguir mejorando para la siguiente temporada (…) Perdimos a (Domantas) Sabonis, tenía buena relación con él, tremendo jugador, pero también es parte del negocio. A cambio trajeron a dos jugadores realmente buenos, dentro y fuera de la cancha. Buenos lideres, mueven la pelota, pueden tirar, se comunican bien con nosotros”.

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