El escolta de los Pacers vive su primer año en la máxima liga de baloncesto. El camino fue arduo: salió de casa con 16 años para buscar un sueño que parecía distante.
El camino no fue sencillo. Su infancia fue marcada por la pobreza en República Dominicana, aunque creció bajo el amparo y el cuidado de su familia, el aspecto más importante de su vida: “Me fui a los 16 años, lejos de mi familia. Vivía con mi madre, mi abuela, mis tías, todos juntos; vivíamos 13-14 personas en una casa. Fue algo muy difícil irme sin nada a otro país a temprana edad, sin saber el idioma, a otra cultura, la comida; todavía me sigue costando trabajo”, recordó en una vídeo-conferencia de prensa en la que participó AS. “En Dominicana no trabajaba, era pobre, pero mi madre no nos mandó a trabajar cuando era niño”, relató sobre el reto que supuso ponerse manos a la obra en sus primeros años en Estados Unidos: “En preschool tuve que ir a la calle, salir a cortar el césped, pedir dinero para poder viajar a otros estados a jugar. No fue fácil, no estaba acostumbrado a ello. Pocos de los que vinieron conmigo en ese tiempo ‘aguantaron el mambo’, como se dice, y se terminaron yéndose”.
El escolta reveló que, antes de ingresar al college, de la mano de Northwest Florida State (2017) tuvo una oferta del Real Madrid. De hecho, tuvo oportunidades para jugar en Italia, Francia y Argentina. Se arrepiente de no haberlas tomado. Y no porque al final su decisión dio resultado, ya que alcanzó la NBA, sino porque le habría gustado vivir la experiencia y concentrar esfuerzos exclusivamente en el baloncesto. Duarte desconocía que en Europa también tendría opciones de alcanzar la máxima liga. “A los jóvenes que están empezando les diría que se vayan a Europa y no a Junior College. No sabía cómo se movía la industria. No sabía que en España iban muchos scouts. Me imagino que allá me iban a tomar como un buen prospecto”. En otras latitudes a Durate habría privilegiado su juego en vez de ocuparse en sus labores académicas: “Estuve cuatro años en Universidad, hice sociología, lo cual no me gustó, no me interesó. Siento como que perdí ese tiempo. En la cancha, por lo menos, aproveché, trabajé y mejoré como jugador y persona; pero, en el estudio, creo que perdí mi tiempo haciendo algo que no me gustaba”.
“Tenemos un buen futuro”
Duarte está contento con el presente de los Pacers, equipo que está lejos de la clasificación directa a los playoffs, pero no tanto del play-in de la Conferencia Este (13°, récord de 22-45). El múltiple trade entre Indiana y Sacramento envió a Tyrese Haliburton y Buddy Hield, dos estrellas de la liga, al vestidor de Duarte. La dinámica del equipo dirigido por Rick Carlisle no ha mejorado sustancialmente, pero el dominicano cree que las adiciones han entrado con buen pie. Eso sí, las perspectivas parece que ya están puestas para el siguiente año: “Me siento bien jugando con Tyrese Haliburton y Buddy Hield. Son muy rápidos y eso concuerda con mi juego. No son caciques, mueven la pelota y traen cosas positivas al equipo. Tenemos un buen futuro y el trabajo es seguir mejorando para la siguiente temporada (…) Perdimos a (Domantas) Sabonis, tenía buena relación con él, tremendo jugador, pero también es parte del negocio. A cambio trajeron a dos jugadores realmente buenos, dentro y fuera de la cancha. Buenos lideres, mueven la pelota, pueden tirar, se comunican bien con nosotros”.
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