Alpine trabaja ya en varias mejoras, aunque el asturiano asume que los italianos siguen a un nivel superior: “Reducir ese hueco será un poco demasiado optimista”.
Da igual que sea dentro o fuera de la pista, Fernando Alonso siempre sorprende. Desde su regreso a la Fórmula 1, en vista de sus actuaciones en carrera a sus 40 años, el español nota dejado de recibir lluvias de halagos allá donde va. Vive una eterna juventud que, espera, se pueda alargar “dos o tres años más” en la máxima competición porque su físico es casi inmejorable y su experiencia, ganada en otras modalidades, es envidiable para toda la parrilla de la F1. Incluso con un coche que no parecía muy competitivo el pasado curso, el asturiano dio a su compañero de equipo la victoria en Hungría y él mismo se agenció un podio en Qatar.
Sin embargo, la fortuna no está de su lado en este inicio de temporada. Con un Alpine mucho más rápido que el del pasado 2021, los resultados están siendo mucho peores que su verdadero rendimiento. Alonso iba para la pole en Australia cuando un problema técnico le hizo irse hacia el muro en su mejor fin de semana desde hacía años y, eso, le dejó sin la posibilidad de luchar por un nuevo podio, porque la victoria habría sido utopía viendo el nivel de los Ferrari. De hecho, él mismo lo asume: “Igualar el ritmo de Ferrari creo que va a ser difícil porque obviamente estamos a ocho décimas o un segundo por detrás en este momento si nos fijamos en el rendimiento de clasificación de las primeras dos carreras”.
“Reducir ese hueco será un poco demasiado optimista, pero ya veremos. Necesitamos seguir trabajando, todavía es muy pronto respecto al desarrollo de estos coches. Puedes encontrar algo más grande que lo que pensabas al principio, cuando lo pruebas en el túnel de viento, y quizás con eso puedas dar un paso enorme”, añade el español en la rueda de prensa posterior al GP de Australia.
Pero para Alpine el principal problema sigue apuntando a la fiabilidad. Estrenaron tres motores en tres carreras y, aunque el motor de Bahréin se consiguió salvar, la situación en el box del español sigue siendo algo crítica. Desde el equipo saben que su posición en la clasificación no se ajusta al potencial del coche: no sufren grandes problemas del famoso porpoising y, eso, juega a su favor cuando el Mundial llega a Europa por primera vez en 2022. Lo cual, les da más esperanza para llegar al nivel y los resultados que Alonso se merece. Trabajan ya en el túnel de viento probando varias soluciones, aunque el fin de semana al sprint en Imola quizás no sea el más indicado para traer avances.
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