Tampico Madero, Irapuato y Veracruz son ciudades históricas para el futbol mexicano que hoy deambulan en el olvido y desazón.
Hay plazas donde el futbol se vive diferente, donde, quizá, los campeonatos no abunden, pero, aún así, la historia de los clubes que ahí han jugado es vasta y se han ganado un lugar especial en el futbol mexicano.
Con el anuncio de Grupo Orlegui sobre la extinción del Tampico Madero, la nostalgia vuelve a invadir al entorno del nuestro balompié sobre aquellas plazas históricas que fueron parte de los años dorados y que hoy cada vez parecen vivir más en el recuerdo.
Tampico Madero
La Jaiba Brava ha desaparecido tras el anuncio realizado este miércoles por Grupo Orlegui, administrador del club tamaulipeco en los últimos años. Un título y un subcampeonato en Liga Expansión se unieron a las vitrinas del Tampico Madero en esta nueva etapa, pero eso no fue suficiente para evitar su extinción.
El estadio Tamaulipas tiene fallas en su estructura, desde hace tiempo está impedido para abrirse al cien por ciento y se cae a pedazos. Si el propietario del inmueble (sindicato de petroleros) no invierte en remodelación, el riesgo de derrumbe es latente, lo que fue clave para que Orlegui decidiera vender la franquicia, que ahora se transformará en Atlético La Paz.
Irapuato
Hace un año, La Trinca se alzó con el título de Liga Premier (Segunda División), pero la disputa entre el propietario del equipo, Fernando San Román, y Alejandro Irarragorri, una de las voces líderes en FMF y Liga MX, impidió que el club fresero hiciera válido su derecho a ascender a Liga Expansión.
El estadio Sergio León Chávez se quedó sin equipo a pesar de la inversión de 90 millones de pesos que realizó el gobierno estatal y municipal para su remodelación. En agosto del 2021, una tromba derrumbó la estructura del techo, poniendo en evidencia una historia de corrupción y desvío de fondos públicos.
Hoy, el con estadio derrumbado, el regreso del Irapuato se ve muy lejano.
Veracruz
En 2019, los históricos Tiburones Rojos fueron desafiliados por los múltiples adeudo de su entonces propietario, Fidel Kuri Grajales. Desde entonces, el estadio Luis Pirata Fuente de encuentra abandonado y el paso del tiempo y la falta de mantenimiento ha hecho estragos en el inmueble, otrora escenario de verdaderos carnavales.
Si bien el gobierno veracruzano ha manifestado su promesa de que el futbol profesional regresará al puerto, los problemas legales que de enfrentan para el uso del estadio, así como los de la propia franquicia ante Liga MX, hacen ver muy complicado el panorama para un posible regreso de los Tiburones Rojos.
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