Tras la compra del club por los saudíes y la llegada de Eddie Howe, las ‘Urracas’ han pasado de coquetear con el descenso a ganar al Arsenal y remontar en la clasificación.
Se acabaron los días de lluvia en St James’ Park, o al menos, las malas caras. Desde la compra del Newcastle por el príncipe heredero saudí Mohamed Bin Salman –acusado de querer lavar su imagen con esta operación–, el equipo inglés ha retomado el vuelo en la Premier League, donde coqueteaba con el descenso hace apenas unos meses pero donde ahora ganan con autoridad a grandes equipos como el Arsenal.
El triunfo por 2-0 ante el equipo de Mikel Arteta este lunes fue la última demostración del poderío del Newcastle, no solo desde el punto de vista económico, sino también deportivo. Un cambio de rumbo que no se podría explicar sin la llegada de Eddie Howe al banquillo de las urracas, que en el segundo tramo de la temporada han mejorado notablemente su juego, más valiente y vistoso.
Así las cosas, el exentrenador del Bournemouth, que ha sido nominado a mejor director técnico de la temporada en la Premier, ha tratado de conservar la solided defensiva del Newcastle añadiendo una propuesta más creativa en ataque: los balones largos han pasado de ser la única herramienta disponible a una de las muchas opciones del equipo inglés, que se ha beneficiado de la llegada de jugadores con mejor pie.
Es el caso de Bruno Guimaraes, que llegó en invierno por 42 millones de euros, y que ya es una de las piezas clave del esquema de Howe, muy atraído por la capacidad del brasileño para combinar y por su facilidad para preservar el balón.
Dos claves en este nuevo Newcastle, que tuvo un mes de febrero fulgurante de la mano de Kieran Trippier. Para sorpresa de muchos aficionados, el lateral derecho inglés cambió el Atlético de Madrid por el Newcastle por 12 millones también en este invierno, y a pesar del escepticismo inicial, Trippier encadenó cuatro partidos sobresalientes que volvieron a dar alas a las urracas y que le sirvieron para recibir el brazalete de capitán de manera sorprendentemente temprana ante el Aston Villa, al que marcó un gran gol de falta.
Sin embargo, la historia se torció ese mismo día, y al poco de marcar su tanto, Trippier se rompió el quinto metatarso del pie. Una lesión grave que le ha alejado de los terrenos de juego en los últimos tres meses, pero que no ha afectado demasiado al Newcastle, que siguió en su línea y ha conseguido salir de la zona baja de la tabla.
Así las cosas, el conjunto de Howe ocupa a día de hoy el puesto 12º de la tabla en la Premier con 46 puntos, 12 por debajo del Manchester United. “Si Howe hubiera llegado un mes antes, el Newcastle estaría en posiciones europeas”, suspiraban ayer los aficionados del equipo inglés, cada vez más entusiasmados con su equipo y con sus jugadores.
El Fair Play financiero, un condicionante
A la espera de nuevas incorporaciones en el mercado de verano, el propio Howe dejó claro que el control económico de la UEFA sería un obstáculo para sus intereses. “El Fair Play financiero tiene un impacto en lo que podemos hacer en verano. No es una opción cambiar completamente el equipo”, reconoció la semana pasada el técnico del Newcastle, que mientras tanto disfruta de otros veteranos de mucho nivel como el portero Alex Duvrabka o el extremo Allan Saint-Maximin.
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