El club asturiano tiene 117 años y es parte importante de la mitología del fútbol español. Quini, Luis Enrique y David Villa, algunas de sus figuras históricas .
Grupo Orlegi concretó la compra del 73% de las acciones Real Sporting de Gijón. Tras una operación valuada en alrededor de 30 millones de euros, el centenario club asturiano pasa a manos de capital mexicano para revitalizar su presente: en la temporada 2021-2022 se quedó a solo tres puntos del precipicio de la Primera RFEF (tercera categoría del fútbol español). Nunca habían jugado los rojiblancos en la categoría de bronce. Y no iba a ser esta la ocasión, aunque no por mucho.
El Sporting de Gijón nació el 1 de julio de 1905 como ‘Sporting Club Gijonés’, por iniciativa de Anselmo López, un joven de 14 años de edad, entusiasta de aquel deporte que los buques británicos llevaban al puerto de El Musel. En 1912, el Rey Alfonso XIII le concedió al club la distinción de ‘Real’ y dos años después la junta directiva acuñó el nombre con el que se le conoce hoy en día. En franquismo el ‘Sporting’ quedó abolido de forma oficial a causa de la prohibición de extranjerismos, con lo que pasaría a ser ‘Real Gijón’, aunque el mote ya estaba instalado en el imaginario colectivo.
La primera temporada de los rojiblancos en Primera División fue en la temporada 1943-1944. El Gijón se convirtió en uno de los equipos ascensor por excelencia del fútbol español, subiendo y bajando entre las dos principales categorías desde 1943 hasta hoy en día (siete promociones y siete relegaciones). Su época de mayor estabilidad fue entre 1977 y 1998: 21 años ininterrumpidos en Primera. La era dorada. Los años de Quini, Maceda, Joaquín y Enzo Ferrero; la explosiva mezcla de la cantera de Mareo con fichajes redituables a bajo coste que Vicente Miera hizo funcionar. Cuando El Molinón, ubicado cerca de la Playa de San Lorenzo y en pleno Parque Isabel la Católica, era una de las plazas más calientes e imbatibles de España. El subcampeonato de 1978-1979 y las dos finales (perdidas) consecutivas de Copa del Rey: la de 1981, frente al Barcelona (3-1); la de 1982, ante el Madrid (2-1).
Cuando Quini y Maceda salieron con rumbo a Barcelona y Madrid después de poner al fútbol español de cabeza, el Sporting dejó de brillar aunque continuó en el máximo circuito gracias a la cantera: Luis Enrique, Abelardo, Javier Manjarín. La lustrosa generación dio a los sportinguistas su más reciente clasificación a un torneo europeo: por sexta ocasión se hicieron presentes en la Copa de la UEFA (91-92), aunque solo alcanzaron los dieciseisavos de final (eliminados a manos del Steaua Bucarest). En paralelo, el Sporting se convirtió en sociedad deportiva anónima, pero volvió a Segunda División cinco años después, al finalizar el curso 1997-1998 en el último lugar de la clasificación general.
El presente, lejos de la gloria
El Sporting celebró su centenario en 2005 en Segunda, poco después de haber vendido al Zaragoza a la última perla de Mareo: David Villa. El respetado y recordado Manolo Preciado devolvió a los asturianos a la categoría de oro en 2008, la cual perdieron en 2013 después de lograr el 10° sitio en 2011. Abelardo, otra insignia de la institución, imitó a Preciado y obró la última estancia del Sporting en el selecto club de 20, la cual terminó en 2017. Desde entonces, los gijoneses permanecen en el purgatorio. Y fue ahora, en 2022, cuando estuvieron más cerca que nunca de caer aún más abajo.
Cinco títulos de Segunda, un subcampeonato de Primera, dos subcampeonatos de Copa del Rey, 13 campeonatos regionales de Asturias en amateurismo. La figura de Quini, elevada a una semi-santidad por sus más 200 goles, su mítico secuestro, todo un suceso en la España de los inicios de los 80, y su trágica muerte por un infarto en 2018. Un derbi apasionante y encarnizado con el Real Oviedo, oriundo de una ciudad separada por tan solo 30 kilómetros de tren entre la serranía asturiana; dos equipos que simbolizan la tensión perpetua entre dos ciudades tan cercanas como dispares: la sindicalista, moderna y portuaria Gijón, la histórica y artística Oviedo. Enemistad centenaria que también tiene acento mexicano: desde 2012, los ‘Carbayones’ ostentan participación mayoritaria del Grupo Carso de Carlos Slim.
Es el Sporting de Gijón, el ‘hermano’ del Atlas y Santos que añora con que El Molinón vuelva a rugir.
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