Con la victoria de los Packers sobre los Buccaneers por marcador de 14-12, Aaron Rodgers pone su balance ante Tom Brady en dos triunfos y tres derrotas.
Tom Brady y Aaron Rodgers han compartido la NFL por cerca de dos décadas (18 años para ser precisos) y este domingo se enfrentaron por quinta ocasión en su carrera. Los Packers acabaron con un yugo de dos derrotas desde que Brady llegó a Tampa Bay y Rodgers ya tiene foja de 2-3 ante su homólogo.
Estas fueron las claves de la victoria de Green Bay en el Raymond James Stadium.
Brady extrañó a Evans y Godwin
Para este compromiso los Buccaneers no pudieron contar con Chris Godwin y Julio Jones por lesión y Mike Evans por suspensión. Lo anterior significó que 99 de las 271 yardas que generó Brady fueron producidas por los TE Cameron Brate y Kyle Rudolph y el RB Leonard Fournette.
El juego terrestre no existió
Con relación a Fournette, el aporte del ataque terrestre fue prácticamente nulo para los Buccaneers. El cuerpo de RB de Tampa Bay solo sumó 34 yardas, todas del egresado de LSU, muy por debajo de las 85.5 que promediaron en sus dos primeros encuentros del año.
Green Bay tuvo los intercambios más significativos
El juego terminó con dos intercambios de balón por bando. A pesar de que solo la intercepción de Aaron Rodgers se tradujo en puntos (FG de Ryan Succop), el par de fumbles de los Bucs, cortesía de Russell Gage y Breshad Perriman, pusieron final a las dos mejores series ofensivas de Tampa previo al touchdown.
Rodgers, intocable
A pesar de que David Bakhtiari vio muy limitada su acción en el encuentro, Aaron Rodgers no sufrió en la bolsa de protección. El QB de los Packers solo fue capturado una ocasión y recibió seis golpes.
Costoso castigo
Los Buccaneers fueron más disciplinados pues solo recibieron seis castigos para 40 yardas; por ocho pañuelos para 65 yardas de los Packers. No obstante, la última penalización del juego para Tampa Bay limitó considerablemente sus posibilidades al recular cinco yardas en la conversión de dos puntos.
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