El delantero del Wolverhampton aterrizó el domingo por la noche en Girona y este lunes por la mañana se ejercitó con la camiseta de la selección mexicana.
Raúl Jiménez está en Girona y con ganas de convencer a ‘Tata’ Martino que puede disputar, sin problemas, el Mundial de Qatar. El delantero del Wolverhampton aterrizó el domingo por la noche en Cataluña y ya durmió en el Hotel Camiral junto a sus compañeros de la selección mexicana. Este lunes se le ha podido ver luciendo la camiseta de entrenamiento del ‘Tri’ y es que ha iniciado una contrarreloj con el objetivo de recuperarse por completo de su lesión y tener un hueco en la lista de 26 jugadores mexicanos que disputarán el Mundial. Todas las miradas se depositaron en él y es que se trata de un jugador vital para México.
Al punta se le pudo ver sonriente, con ganas e ilusión. No quiere perderse el Mundial y de ahí que esté tratando de hacerlo todo lo posible para acudir. Trabaja sin descanso, incluso en dobles sesiones de fisioterapia, y no le importa hacer kilómetros de viaje. Hace dos semanas estuvo en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Fútbol, después regresó a Inglaterra para pasar consulta con los médicos del Wolverhampton y ahora se encuentra en Girona. El club inglés le concedió permiso para sumarse al ‘Tri’ y Martino ya disfruta de él. Sus sensaciones marcarán el futuro. Eso sí, paciencia. No se le quiere forzar y por ello, en los próximos días seguirá un plan individualizado de trabajo. Y claro, está descartado para el amistoso del próximo día 9 ante Irak.
Se le esperará hasta el último momento y hay muchísimo optimismo. Las apariencias mostraron que Raúl Jiménez está OK. Este lunes, se le pudo ver tranquilo y sin aparente dolor. Llegó a los campos de entrenamientos de La Vinya (la Ciudad Deportiva del Girona) tranquilo, con una botella de agua y su teléfono móvil en la mano, y con zapatillas de running. Tras saludar al cuerpo técnico, se sentó en la camilla situada a pie de campo donde se le vendaron los dos tobillos y se colocó las botas. Hizo ejercicios físicos, de carrera continua, de manera individual alrededor del terreno de juego para no forzar y así poder, en los próximos días aumentar la carga de trabajo y poderse probar con el grupo. Se le vio bien, a buen ritmo y aleccionado en todo momento por un preparador físico. También se le vio tocando balón e interactuando con los compañeros en algunos ejercicios. Hay esperanzas. Raúl Jiménez, de momento, es uno m
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