La Indy pausa la llegada de los nuevos motores

Lo que funciona no hay tocarlo. O no mucho. Y así parece pensar la IndyCar, el campeonato americano de monoplazas, sumamente abierto, impredecible y emocionante. Los nuevos motores de 2.4 litros, y que añadirían 150 CV de potencia, previstos para el certamen que ya fueron sometidos a pruebas durante la pasada campaña, posponen su llegada. Así lo anunció la propia IndyCar en un comunicado, en el que afirma que centrara sus esfuerzo en las unidades de potencia híbridas de los actuales 2.2 litros suministrados desde 2012. “IndyCar está continuando su camino hacia la introducción de una plataforma de motor híbrido para la temporada de carreras de 2024. Este programa se está desarrollando a través de la colaboración de Ilmor, Chevrolet y Honda. Las pruebas del motor híbrido han comenzado y continuarán hasta la temporada 2023. Con la introducción del motor híbrido, el motor de 2,4 litros se pondrá en pausa para permitir que la innovadora tecnología híbrida se empareje con los probados motores V6 biturbo de 2,2 litros”, asegura Jay Frye, presidente del campeonato.

“Los motores de 2.2 litros suministrados por Honda y Chevrolet han brindado las carreras más competitivas del mundo. El paquete de motor híbrido 2024 brindará aún más emoción con aumentos de potencia en comparación con el motor actual”, continúa desgranando Frye.

En el trasfondo del retraso se apunta desde Estados Unidos a la dificultad de encontrar un tercer motorista además de los retrasos a la hora de suministrar componentes y el aumento de los costos para los equipos, lo que obligaría a muchos a no poder correr el programa completo de la serie. De momento, para 2023 hay 27 coches para hacer el programa completo, con 35 inscritos para las 500 Millas de Indianápolis, legendaria prueba automovilística y en la que estará Álex Palou por cuarta vez, buscado un triunfo que añadir a su título de campeón del certamen en 2021.