Márquez busca su máximo

Era su última oportunidad y, por fortuna, podemos contar con Marc Márquez para rato. Tomó la opción correcta y ahora todo es cuestión de tiempo, pero sobre todo de paciencia. El ilerdense optó por operarse una cuarta vez tras la cita de Mugello, una decisión sin previo aviso, pero que era necesaria al ver que su condición en el brazo derecho no avanzaba. Se había estancado y las molestias o los dolores ya formaban parte de su día a día. No disfrutaba en pista y eso marcó un punto de inflexión. Todo salió bien. De hecho, más que bien, porque incluso los tiempos para volver encima de la moto se acortaron. Para sorpresa de muchos, el ocho veces campeón del mundo volvió a su Honda en septiembre, para unos test de Misano que marcarían el futuro de la marca. Y, en definitiva, también del suyo si quería volver a luchar por el Mundial.

Pero ahora es tiempo de seguir recuperándose. El final de temporada ya dejó pinceladas del antiguo Marc Márquez, especialmente con la carrera y el podio de Australia. Sin embargo, con un invierno muy largo por delante, el ilerdense tiene una tarea que cumplir: buscar “el cien por cien de su brazo derecho”. No se presiona, pero tiene claro que “no va a ser como el izquierdo” porque “un brazo que se ha abierto cuatro veces, con cuatro cirugías diferentes, no será un brazo normal”. Pero fiel a su filosofía, tiene que buscar el límite: “Este invierno tengo que entender cuál es el máximo de ese brazo, que creo que todavía puede mejorar mucho”. Eso sí, se lo tomará con calma porque todo es un proceso.

“Paso a paso empiezo a tener una vida más normal. Empecé a jugar un poco al pádel. No era bueno y ahora incluso soy peor (risas), pero siento que todavía no es el momento. Tengo que esperar un poco más porque hay algunas limitaciones. También he empezado a hacer motocross, pero era muy pronto y estoy ahí intentando entender dónde está el límite. Lo más importante es que cada semana me siento mejor. Por supuesto, llegará un día en el que parará el progreso y ahí entenderemos el cien por cien del brazo derecho”, explica el piloto del Repsol Honda a motogp.com.

Disfrutar en el límite

¿Su objetivo? Pues tampoco cambia, aunque ya advierte a la marca japonesa: “Honda debe trabajar duro en la moto si queremos luchar por el Mundial. Todos los años piensas que va a ser el año, pero ya veremos”. Por eso, no pierden el tiempo y trabajan en ello desde hace tiempo: “Empezamos los comentarios ya en febrero o marzo con el objetivo de volver a lo más alto, pero durante el año han pasado muchas cosas”. Y todo se recoge ya en su nueva docuserie, que verá la luz en febrero del próximo año en una entrega de cinco capítulos, donde se muestra “otro punto de vista del deportista”. “Como se ve en el trailer, me despierto de la cirugía y ya estaban ahí con las cámaras. Me han seguido a todos lados. Creo que será genial porque la gente puede entender otra parte de mi vida. Los chicos que estaban grabando decían: ‘Esto es como una película’. Todo era inesperado”.

“Hasta ahora, cada vez que grababan o me hacían un reportaje, era como un documental sobre un superhéroe, ganando, ganando, ganando, ganando… pero también soy humano. No siempre gano, a veces también toca sufrir”, habla sobre su próximo proyecto en la pequeña pantalla donde, además, se definió como una ‘putilla’, aunque “mucha gente me describe con todo tipo de palabras”. Él mismo lo explica: “Un pequeño bastardo que siempre intenta ir al límite, jugar un poco. Disfruto jugando en el límite”. Aunque también hay lugar para las emociones: “Salen imágenes mías llorando, no siempre son risas y felicidad. Es otra parte de mí”. La parte más humana de un piloto que ya piensa en volver a triunfar.