La marca alemana busca dar el salto de calidad que les falta para luchar por el Mundial en su cuarta temporada en Fórmula E. Su nuevo fichaje, Da Costa, es su gran baza.
En líneas generales, las sensaciones con el nuevo monoplaza son positivas. Más ligero, con más potencia, más oportunidades de adelantamientos y muy impredecibles, aunque más difíciles de conducir. “Todo ha cambiado mucho este año”, revela Da Costa en un encuentro con la prensa española como recién llegado al equipo después de su paso por el equipo DS. “El Gen3 es un paso hacia delante con toda la tecnología que tenemos. Es el coche más eficiente del mundo, toda la energía que tenemos la regeneramos dentro, con las frenadas. Ahora tenemos 600kW de regeneración frente a los 250 del Gen2. Hay mucha más potencia, menos peso… vamos rápido (alcanzan hasta los 322km/h, con 470 CV) y eso para un piloto es positivo”, explica el portugués, sobre un coche “más difícil de dominar”, pero con el que esperan hacer grandes cosas.
No fueron muy diferentes los comentarios de su compañero de equipo, Pascal Wehrlein: “Es un coche muy diferente. Hay muchas cosas que han cambiado en comparación con el año pasado, son más pequeños y más estrechos”. “Es difícil de pilotar, vamos muy rápido en las rectas, con poca carga aerodinámica y neumáticos muy duros. Para los aficionados y el espectáculo será genial este primer año con el Gen3″, añade el alemán. Y un dato muy curioso de esta nueva generación de monoplazas: no hay freno trasero. Será cuestión de tiempo ya que tendrán que añadirlo por temas de seguridad, pero no lo usarán. “Ya casi no se utilizan, la frenada se genera con la electrónica de los motores”, explica Da Costa, por lo que usarán el freno motor que, además, servirá para “generar el 40% de la energía que se consume en cada carrera”.
El reto es mayor para Antonio Félix Da Costa como fichaje estrella del equipo. Ganador del campeonato eléctrico en 2020 y tras su paso por DS, aterriza en Porsche con ganas de volver a la cúspide. Por el momento el ambiente es acogedor, aunque “es un equipo muy distinto” al DS, pero tampoco le asusta: “Eso supone cosas buenas y también cosas menos buenas. Es una estructura más fija, con los pasos más marcados”. Confianza plena en su nueva familia que, además, no busca otra máxima que no sea coronarse como los mejores: “Porsche tiene una mentalidad ganadora, si entra en algo es para ganar y ese también es mi objetivo”. Y la sensación desde entro es que algo grande va a pasar.
Eso sí, pies en el suelo y, ante un coche que todavía están conociendo, no quieren ponerse más presión que la justa, incluso aunque la próxima carrera sea en un trazado favorable a los alemanes, donde este año pudieron firmar un doblete en el podio (Wehrlein ganó la cita): “Estamos bien. Estaremos para pelear por lo menos por un top cinco en México, aunque con tantos cambios será una carrera completamente impredecible”. “Seguimos corriendo en los mismos circuitos, bacheados y estrechos, pero al tener un coche con más velocidad resultará más difícil para los pilotos”, añade el piloto luso, con la esperanza y el objetivo de poder dar a Porsche ese salto de calidad que le falta para luchar por el Mundial. Ya son habituales en el Top10, luchan por victorias, pero, entrando en su cuarta temporada en Fórmula E, quieren más. La ambición les define y tienen herramientas suficientes para lograrlo.
Estrenan neumáticos
De Michelin a Hankook. La nueva era del campeonato eléctrico es toda una revolución. Y, pese a que el coche es plato de buenos comentarios, las nuevas gomas no corren la misma suerte. Son compuestos mucho más duros y, eso, no ha dado el grip esperado en pista. Da Costa “esperaba más agarre”, aunque asegura que “no es cosa de Hankook” ya que cumplieron con su cometido: “una rueda que fuese durable”. “El año pasado con los Michelin hacíamos toda la carrera, pero acabamos con las traseras muy lisas. Con estas puedes hacer tres carreras y aún están bien”, señala el portugués, que coincide con su compañero de equipo, Wehrlein, que hablaba del trazado valenciano como una auténtica “pista de hielo”. Eso sí, el tiempo tampoco dio las mejores condiciones para rodar.
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