Según pudo saber AS, pese al fuerte interés del City y el United, el talento de 19 años prioriza no volver a Inglaterra. Su voluntad es clave para que el precio no se dispare.
EI rumbo del Real Madrid por Jude Bellingham (19 años) sigue firme porque la voluntad del mediocentro es darle prioridad al equipo blanco. Según pudo saber AS, el inglés prefiere al Madrid porque no está en sus planes regresar ahora a Inglaterra. Cuando dejó con 17 años el Birmingham para irse a Alemania fue una decisión muy meditada porque había decidido que su carrera podría progresar mucho más lejos de la Premier. Una apuesta por ser una estrella fuera de su país que le ha salido redonda en Dortmund y no ve motivos para alterarla.
El Madrid recibe un feedback del entorno de Bellingham (19 años) que fortalece su hoja de ruta, que es la de contar con el inglés como el gran fichaje de 2023 (y Haaland en 2024). Contar con el ‘sí’ de Bellingham es esencial para la infraestructura que tiene montada el Madrid en torno a esta operación. Así evita entrar en una guerra cruenta de ofertas con sus tres grandes pretendientes británicos, el Manchester City, el United y el Liverpool, que elevaría el coste de Bellingham a un precio probablemente insostenible. Con ese camino despejado, alcanzar un acuerdo con el Borussia, club con una excelente relación con el Madrid, sería más sencillo.
Pese a esa carta en la manga, en Chamartín se es realista sobre el coste del traspaso y más tras el excelente Mundial del mediocentro con la selección inglesa. Un acuerdo en la franja de los 120 millones de euros parece inevitable, aunque el Borussia ponga facilidades. Hans-Joachim Watzke, el jefe del club alemán, está por la labor de mantener ese trato tan fluido con el Real Madrid, que en los últimos años le ha permitido acceder preferentemente al préstamo de varios jóvenes perlas madridistas, como sucedió con Hakimi Achraf y Reinier.
Desde la óptica de la entidad de Concha Espina, la buena predisposición de Bellingham despeja una de las posibles interrogantes, que es el encaje en el vestuario. El Madrid quiere que en 2023 cohabite con Modric para favorecer su adaptación y realizar una transición dulce en el centro del campo blanco desde 2024, cuando es previsible que el croata emprenda un nuevo capítulo, retirado con todos lo honores o lanzándose a una nueva aventura en otro país.
“Bellingham es el futuro de los mediocentros”, evalúan internamente en el Madrid, pero la adaptación de un futbolista británico sigue siendo un asunto con precedentes muy dispares. David Beckham y Steve McManaman lo consiguieron, pero Michael Owen y Jonathan Woodgate no tanto. Y está el reciente ejemplo de Gareth Bale, en su propia burbuja.
Como viene informando AS, el Madrid ha tomado la determinación de acudir casi únicamente al mercado a por futbolistas estratégicos o a por oportunidades irresistibles (sin ir más lejos, Rüdiger). Bellingham forma parte de ese primer grupo. Se le considera listo pese a su juventud para subir de nivel y llevar la batuta de un grande y se piensa que es un talento que, si cae en las redes de la Premier, va a ser casi imposible sacarlo de allí más adelante por el gigantesco potencial económico de los más poderosos del Big Six (City, United, Liverpool, Chelsea, Tottenham y Arsenal).
Es más, Bellingham (22 partidos internacional absoluto aunque aún está en edad juvenil) fue el único titular de Inglaterra en Qatar que no juega en la Premier y que ni la conoce (en el Birmingham jugaba en la Championship, la Segunda inglesa). De ahí que se haya ido trabajando con el jugador para ofrecerse como la mejor alternativa fuera de Inglaterra.
El Mundial ha sido la última aparición estelar de un Bellingham que está siendo junto a Musiala (Bayern) la sensación de la Bundesliga. En el Borussia se ha destapado como un centrocampista total que amplía su rango de influencia, que ya es grande, con goles. Está a punto de alcanzar diez goles este curso (está en nueve) y de hecho es el pichichi del conjunto amarillo en esta Champions con cuatro dianas. En octavos, por cierto, volverá a casa, porque el sorteo emparejó al Dortmund con el Chelsea…
Un crecimiento exponencial que el Madrid, con Ancelotti el primero, considera que encajaría como un guante en la idea de renovación del centro del campo que emprendió el club hace dos veranos. A Fede Valverde, que fue un proyecto trabajado desde el Castilla, se unió Camavinga (20 años) en 2021, Tchouameni (22 años) en este 2022 y Bellingham sería la pieza de 2023, con 20 años recién cumplidos. Una construcción sin presión, pudiendo generar un mix con los veteranos Modric y Kroos, que siguen impartiendo una master class detrás de otra y generando competencia de primer nivel en el once.
Hay dinero para afrontarlo
Para terminar de acomodar ese centro del campo que busca el Madrid tendrá que acometer una fuerte inversión con Jude Bellingham, pero financieramente no será un problema. El fichaje de Tchouameni se fraccionó (20M€ de los 100M€ que costó son en variables) y después el club hizo caja con Casemiro (72 millones fijos y 13M€ en variables). El gran talento del Borussia es otro futbolista que traspasará sobradamente la barrera mediática de los 100M€, pero el Madrid tiene músculo para ello.
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