Las cosas van de mal en peor en el Efes: tras despedirse de la Euroliga, Larkin y Clyburn plantaron a la entidad después de que el equipo perdiera un avión.
El Efes se desintegra. La eliminación en la Euroliga tras caer ante el Fenerbahçe ha sido un palo muy gordo para la moral de un equipo que aspiraba a conquistarla. Y también a una química ya herida que se convierte en irrecuperable. O esa es la sensación: el adiós a la máxima competición continental fue de la peor manera posible. Sin llegar ni siquiera a cuartos de final. Ergin Ataman se marchó cuando todavía quedaba más de medio minuto, fiel a su estilo y descontento con una revisión pedida por el entrenador rival, Dimitris Itoudis, con el partido ya sentenciado. Y con apenas un segundo para la conclusión Will Clyburn tuvo una auténtica refriega con el banquillo del Fenerbahçe que casi llega a las manos.
Los ánimos están caldeados en el equipo turco. Final Four en 2019, líderes en 2020 antes de que llegara la pandemia del coronavirus, y campeones en 2022 y 2023, un doblete que les deja al lado de Olympiacos y Maccabi como los únicos conjuntos del siglo XXI en repetir. El triplete era posible y se formó una plantilla para ello. Al fin y al cabo, era un objetivo más que ambicioso, algo que nadie conseguía desde el Split, en los finales de la llamada Copa de Europa, en sus tres últimas ediciones (1988-1991). Antes lo consiguió el Riga en los albores de la competición, en su creación. Un récord prehistórico que no ha vuelto a tener lugar desde la Euroliga tiene esa nomenclatura.
El Efes lo intentó y fracasó: no lo consiguió. Tuvo problemas de lesiones, salidas de tono que afectaron a la química grupal, carencias defensivas enormes y, sostenidamente, una forma de ir a remolque demasiado grande. El curso pasado también remontaron al final y se hicieron con el título tras un playoff de cuartos ante el Milán fabuloso y una Final Four brillante. Hubo un momento esta temporada en el que parecía que iban a hacer lo mismo… nada más lejos de la realidad. Adiós a las opciones. Golpe mortal a un proyecto que se tambalea y cuyo futuro es incierto.
Las cosas no van bien, nada bien para los turcos. Y los problemas han continuado: el otro día cayeron ante el Pinar Karsiyaka (98-83) en la Liga Turca, en la que van en cuarta posición. Un puesto también alejado de sus aspiraciones iniciales. Y eso no es lo peor: según se ha contado en Basket News, el duelo se alaargó y el Efes perdió el equipo de vuelta a casa. La entidad ofreció entonces a los jugadores a la directiva un autobús, pero Shane Larkin y Will Clyburn se negaron. Cuerpo técnico y plantilla se fueron y dejaron allí a las dos estrellas, cuyo futuro es incierto. Pero, más allá de eso, la escena es verdaderamente mala y el plantón de dichos profesionales a su directiva es imperdonable e injustificable. Por muy mal que vengan dadas. Así son las cosas.
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