Ya séptimos clasificados de forma oficial, los Lakers ficharon a Shaq Harrison y Tristan Thompson para lo que queda de temporada.
Los Lakers jugarán el play in. La victoria ante los Jazz en el último partido de regular season ha confirmado el séptimo puesto con el que los angelinos finalizan. Un 43-39 final muy meritorio si tenemos en cuenta ese inicio paupérrimo (2-10) que fue compensado poco a poco, pero no terminó de arreglarse desde el parón del All Star y los fichajes de febrero, incluido el movimiento que sacó a Russell Westbrook de la franquicia. Desde entonces, los Lakers han sido el mejor equipo de la Conferencia Oeste y han pasado del puesto 13 que llegaron a ocupar durante mucho tiempo a llegar al 7 con el que han acabado. Y disputando muchos encuentros sin LeBron James, lo cuál tiene todavía más valor. Y ahí están los Lakers, que afrontaran ante los Timberwolves en la noche del martes al miércoles de esta semana.
Antes del duelo ante los Jazz, los Lakers ya habían anunciado dos fichajes de cara a lo que resta de temporada. Es decir, para los playoffs, que los angelinos esperan disputar si ganan a unos Wolves en descomposición y que han finalizado el curso a puñetazos. Era un secreto a voces que la franquicia de púrpura y oro iba a tener incorporaciones y ya 24 horas antes se anunció que alguien iba a llegar. Y así ha sido: dos jugadores para reforzar la plantilla, mejorar carencias y seguir siendo tan competitivos como lo han sido en las últimas semanas. Shaq Harrison y Tristan Thompson han sido los elegidos.
Los fichajes a estas alturas de temporada son habituales: los equipos hacen un último intento de completar sus plantillas y se hacen con agentes libres que se hayan mantenido en buena forma y sean útiles de cara a playoffs, sobre todo en un rol determinado. Shaq Harrison viene principalmente para aportar defensa y físico: llegó a la NBA en 2017 y ha ido pasando de un lado para otro sin establecerse a largo plazo en ningún proyecto. Con una carrera discreta, empezó bien en Suns y, sobre todo, en Bulls, para luego hundirse paulatinamente y convertirse en carne de traspaso. Será un jugador de rol y probablemente tenga pocos minutos, pero aportará físico y energía cuando esté en pista.
Tristan Thompson es ya un viejo conocido. Fiel lugarteniente de LeBron James en los Cavaliers de las 4 Finales consecutivas y el anillo de 2016, el pívot llega precisamente para reforzar la zona y dar minutos de descanso, cuando sea necesario, a Anthony Davis. Con capacidad intimidatoria, Thompson es un pívot con buen salto vertical que cumple en defensa, ayuda en el rebote y es un finalizador seguro en ataque, donde puede recibir balones arriba o acabar una jugada colectiva. Su fichaje alegrará a LeBron James, que encuentra un buen aliado para estos playoffs de su época en Ohio. Algo similar a la burbuja de Orlando, cuando los Lakers ficharon a otro de sus compañeros del pasado como JR Smith. Esa temporada acabó en anillo. Ahí queda eso.
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