El Red Bull es inalcanzable para todos, también para Fernando y el Aston Martin. “Miramos más bien hacia atrás”, admite el piloto a AS. Las mejoras, en camino.
Antes de la carrera en el GP de Miami, en el hospitality de Aston Martin había cierto optimismo. “La oportunidad está, cuando sales desde la primera fila tu objetivo tiene que ser ganar la carrera”, decía Mike Krack, jefe del equipo. “Si sales desde la primera línea nunca sabes lo que puede pasar”, opinaba Tom McCullough, ingeniero jefe de rendimiento. Pero no: el Red Bull estuvo en su propio planeta, Verstappen arrasó, Pérez fue segundo y Alonso se debió conformar con el tercer puesto, cuarto podio en cinco carreras. Que está muy bien, porque hace unos meses este impresionante arranque de la temporada era una quimera. Pero terminar primero por detrás de los RB19 tiene ya algo de rutinario, y de techo de cristal.
AS le pregunta al bicampeón español, ¿será así en toda esta primera parte de la temporada? ¿Algún circuito en el que la tendencia pueda variar? “Creo que este año va a ser difícil. La diferencia es bastante grande aunque creo que en Miami hemos tenido nuestro mejor ritmo de carrera en esta temporada. Hemos terminado, creo, más cerca de los líderes sin coches de seguridad, sin nada especial en la carrera, y todavía somos bastante rápidos. Así que vamos a ver. Creo que la temporada será larga”, explica Alonso.
Uno puede creer que en Mónaco o Barcelona el AMR23 manifestará sus puntos fuertes, como la tracción y la gestión de los neumáticos, respectivamente. Pero no conviene lanzar las campanas al vuelo. “Espero que en algunos circuitos estemos un poco más cerca de ellos. Con algunas de la mejoras que traeremos más adelante en la temporada, quizás nos sitúen en una posición más competitiva. Pero pienso que nuestro principal objetivo, sinceramente, es mirar hacia atrás e intentar mantener a Mercedes y Ferrari bajo control en el campeonato de constructores. Red Bull, tenemos que aceptarlo, están haciendo el trabajo mejor que nadie y nosotros debemos mejorar”, transmite Fernando a este medio.
Las mejoras llegarán… más adelante
La tan recurrente ‘33ª’, hoy por hoy, es un resultado inverosímil. Pero conviene recordar que van cinco carreras de veintitrés esta temporada y que apenas ha variado el registro de circuitos hasta ahora. Bahréin tiene aires convencionales, aunque la tracción y las rectas explican el 90% de la vuelta; mientras que Yeda, Melbourne, Bakú y Miami son trazados con asfaltos poco abrasivos y de relativa baja carga aerodinámica. Ímola, la semana que viene, ya ofrecerá un rango de curvas medias diferentes. Y Montmeló o Silverstone, más adelante, exigirán otra clase de cualidades a los monoplazas. En resumen, queda mucho Mundial para afirmar que ya se ha visto todo.
De momento, Mike Krack asegura que el AMR23 no tiene más mejoras (un apartado en el que parecen ir despacio) porque no estaban previstas. “Estamos apretando con el desarrollo, confiamos en que para las próximas carreras las diferencias no serán muy grandes. A mitad de temporada no se puede saber, depende de lo que haya gastado cada uno y dónde estemos. Debes aprender del coche que tienes antes de lanzarte muy rápido a cambiarlo. En Bakú, por ejemplo, el riesgo de llevar piezas era muy alto. Durante la temporada ves dónde tiene sentido llevar las piezas. No estamos quedándonos atrás, estamos siguiendo el plan”. Y todo sin olvidar el factor que multiplica las opciones del Aston Martin, más después de ver que Stroll se marchó de Miami sin puntos. Habla McCullough: “Tener un coche más competitivo ayuda. Y Fernando es un gran piloto, eso también ayuda. La combinación de esas dos cosas es algo bueno”.
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