El expentatleta fue el segundo director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte. Sirvió durante el sexenio de Ernesto Zedillo, no exento de polémicas.
“Parecía estar más tenso de lo normal. Estaba un poco mal humorado, como si algún problema lo estuviera molestando”, pronunció Ivar Sisniega, nuevo consultor presidencial de la Federación Mexicana de Fútbol, sobre la mañana en la que salió a correr por el malecón de Culiacán con Luis Donaldo Colosio. La mañana del 23 de marzo de 1994. La declaración forma parte del informe oficial del magnicidio del excandidato priista, elaborado por la Procuraduría General de la República y publicado en 2000.
La Federación Mexicana de Fútbol suma a un nuevo integrante para aceitar su reconversión estructural. Se trata de Ivar Sisniega Campbell, expentatleta, olímpico en 1980, 1984 y 1988, expresidente del Club Guadalajara, actual secretario general de Panam Sports (ODEPA, la Organización Deportiva Panamericana) y excolaborador de Luis Donaldo Colosio. Su labor post-deportiva más notoria, no obstante, fue ocupar la dirección de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte en el sexenio de Ernesto Zedillo, de 1994 a 2000; de hecho, Sisniega es el primer encargado de la Conade en incorporarse a un alto cargo en la FMF: tomará una posición creada al molde, la del consultor del presidente Juan Carlos Rodríguez.
La época de Sisniega en la dependencia atravesó dos Juegos Olímpicos: Atlanta 96 y Sídney 2000. Los resultados fueron completamente opuestos. Atlanta fue una de las peores presentaciones de una delegación mexicana en la máxima cita: solo un bronce (cortesía de Bernardo Segura, en la caminata de 20 kilómetros). Por ello, la gestión de Sisniega fue objeto de sendas críticas. La cosecha mejoró en Australia, cuatro años después, gracias al oro de Soraya Jiménez en la halterofilia de -58 kg y otros cinco metales (dos platas y tres bronces).
Nacido en Estados Unidos, (Kenosha, Wisconsin, en 1958) de madre ‘americana’ y padre mexicano. Creció en Morelos, convencido de dedicar su vida al aparecer en los Juegos Olímpicos, prendado por la algarabía de México ‘68. Aficionado del Zacatepec y las Chivas, empezó en la natación y, ya estudiando en la Universidad de Stanford, pasó al pentatlón. Se dio de alta en el Ejército Mexicano, pasó de cabo a teniente y optó a los apoyos económicos que brindaba pertenecer a SEDENA a falta de un organismo federal especializado en deporte. Compitió en Moscú ‘80 (13°) y fue el abanderado de la delegación mexicana en Los Ángeles ‘84, cita en la que quedó fuera de las medallas (7°) pese a sus altas perspectivas.
Finalizó su carrera tras Seúl ‘88 (14°), se graduó finalmente en administración de empresas y se unió al primer staff de la Conade, fundada en 1988 y comandada por Raúl González, doble medallista olímpico en la caminata de 20 y 50 km en 1984. Salió en 1991 para entrar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) institución en la que creó el fideicomiso para el deporte de alto rendimiento. Tres años después, recibió la llamada de Ernesto Zedillo Ponce de León, el jefe de la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio, para enrolarse al proyecto. El expentatleta ejerció como coordinador del área deportiva de la campaña. Aconsejó a Colosio tomar una actitud más cercana con los principales atletas de cada estado; además, solía acompañarlo a sus carreras matutinas durante aquellos meses de mítines y giras sinfín. Sisniega estuvo la tarde del 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas. Ese mismo día amaneció en Culiacán, donde trotó, como casi todas las mañanas, junto al candidato del oficialismo.
En Conade
Zedillo asumió la posición vacante y, subsecuentemente, la presidencia del país. Apuntó a Sisniega en su gabinete, como el director de la Conade. Derivado de su experiencia como atleta subsidiado y forjado fuera de la capital nacional, creó la Olimpiada Juvenil, con el apoyo de SEDENA y de las institutos del deporte a nivel estatal. El proyecto prueba ser un éxito: en los Juegos Panamericanos de Winnipeg ‘99, un tercio de la delegación mexicana había competido en las Olimpiadas. Nombres como Soraya Jiménez, Ana Guevara y Rommel Pacheco comenzaron a despuntar en ellas. También construyó el fideicomiso privado ‘Compromiso Integral de México con sus Atletas’ (CIMA), que contó con la participación de Telmex, TV Azteca y Televisa; además, impulsó la certificación del laboratorio anti-dopaje de la Conade (hoy desmantelado). El modelo de utilizar fideicomisos para financiar a los deportistas trascendió hasta la gestión de Ana Gabriela Guevara.
No todo fue miel sobre huelas. Sisniega fue el blanco predilecto de la prensa nacional tras el fracaso de la delegación mexicana en Atlanta ‘96 y, hacia el final de su mandato, fue señalado por irregularidades presupuestarias. La maratonista Adriana Fernández, multicampeona panamericana, fue una de las voces más notorias contra Sisniega. Rodolfo Gómez, exmaratonista y entrenador de Fernández, incluso acusó a Sisniega de generar un boquete de tres millones de pesos en el presupuesto de apoyos directos. En enero de 2001, Francisco Barrios, secretario de Contraloría y Desarrollo Administrativo, apuntalado por Vicente Fox, auditó a la administración de Sisniega. Un año después, la Auditoría Superior de la Federación analizó un supuesto desvío de 24 millones de pesos en la Conade del expentatleta, pero no halló mayores irregularidades. No pasaría mucho tiempo, apenas unos meses, para que Jorge Vergara optara por él para tomar la presidencia ejecutiva de las Chivas del Guadalajara. Ahora, Ivar Sisniega vuelve al fútbol.
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