Sainz vuelve a volar en una pole sideral de Verstappen

El madrileño sale segundo en el GP de España, con su compañero penúltimo, tras una clasificación complicadísima en Barcelona. Alonso, octavo en la parrilla.

Verstappen y Sainz, bonita primera línea para el GP de España. El poleman con otro sábado sideral: cuatro décimas de ventaja en una clasificación muy compleja, porque el asfalto se enfrió de golpe tras la lluvia y dio problemas a todos. El segundo, el renacido Carlos: entre rumores, con un Ferrari incomprensible, tras un error estratégico en Mónaco del que nadie más habla de puertas hacia afuera. “Y lo necesitaba”, dijo al bajarse del coche. El español volvió a ser desde siempre y sale desde la mejor posición posible para su coche, segundo, cuando su compañero fue segundo por la cola. A fondo, apretado contra rivales que no deberían estar en la misma liga que Ferrari. De todos ellos, los terrenales que no se llaman Max, el mejor fue Sainz. El podio que entonaría la temporada está a tiro en la carrera más emocional del año para él.

Lástima que Alonso no formase parte de esa pelea. Una salida de pista en la Q1 dañó el fondo plano de forma irreversible, y lo pagó durante el resto de la clasificación. Al final, solo tenía un juego nuevo de blandos para la Q3 y quizás le faltó el tacto de un primer intento. Se fue largo en la curva diez. Quedó octavo, a 1.2 segundos. Sí había estado delante hasta entonces, de ahí la decepción. Dicho esto, se puede remontar en el GP de España (lo demostró el propio Fernando en 2022, salió desde el final y puntuó). Y la ligera degradación del Aston Martin debe ser una ventaja en una carrera que tradicionalmente se plantea a dos estratégicas. Entre los mejores, un Norris genial (3º, 0.520), Gasly con el Alpine (con seis puestos de sanción) y Hamilton. Stroll sorprendió con el sexto después de varios sábados con poca fortuna.

En cualquier caso, qué clasificación más difícil de leer, repleta de sorpresas, errores de bulto y un accidente grotesco de los dos Mercedes. En la Q1 se quedó eliminado Leclerc por pura falta de ritmo. A falta de diagnóstico, no había más en ese Ferrari. No le faltaron intentos, simplemente eso era todo. Terminó entre los dos Williams, penúltimo, y desde esa posición tan deshonrosa partirá el SF-23 este domingo en Montmeló. En la Q2 fue Checo el protagonista: se fue por la grava y no supo recomponer la vuelta con el intento posterior, saldrá 11º. Pero para incidente, el de Hamilton y Russell. Una especie de rebufo de esos que no se practican hasta el último momento terminó con los dos W13 tocándose al final de la recta de meta, con daños para ambos (y George eliminado, 12º). Lewis se recuperó con un alerón delantero nuevo, pero la situación rozó el ridículo. No estaba el horno para bollos este sábado en el Circuit.

Probable lluvia antes de la carrera

Ni lo estará el domingo. La previsión meteorológica informa de un 60% de probabilidad de lluvia antes de la carrera y en la primera hora desde la salida. Amanecerá soleado, pero las nubes se forman sobre Montmeló en cuestión de minutos (como se comprobó en los Libres 3, pasados por agua) y cambia todo. Muchos de los 120.000 aficionados que abarrotarán el Circuit quieren espectáculo, aun a costa de tirar de chubasquero. Hay que mirar al cielo para soñar con la 33ª de Fernando, o la 34ª de un español.

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