Modric y Bale acabaron declarándose en rebeldía para forzar su salida del Tottenham
El Real Madrid tiene como primer objetivo para reemplazar a Karim Benzema a Harry Kane, pero es más que probable que el esfuerzo del club blanco para convencer al presidente del Tottenham, Daniel Levy, no baste, y menos si en el club blanco sigues aspirando a que la operación no exceda de los 80 millones de euros alegando que al delantero le queda un año de contrato y tiene ya 29 años.
Así que habrá que ver las ganas que tiene Kane de jugar en el Real Madrid porque puede ser algo más que importante. Y es que no ha pasado tanto tiempo desde los fichajes de otros dos jugadores del Tottenham: Modric en 2012 y Bale en 2013. En ambos casos, la posición de fuerza de los dos futbolistas acabo siendo la llave para que el Tottenham aceptara la oferta del club blanco.
Modric se marchó a Croacia
José Mourinho pidió al Real Madrid que hicieran todo lo posible para reforzar el medio campo con Modric. Levy no aceptaba la oferta, el jugador tenía un acuerdo con Florentino y decidió no viajar a Los Ángeles a la pretemporada con el resto del equipo a finales de julio. El club anunció que multaba al croata tras no entrenarse dos días ni presentarse en el aeropuerto en Londres. Luka se refugió en Zadar a la espera de noticias y esperar a que avanzaran las negociaciones. Sin embargo, pocos días después y tras hablar con Villas-Boas regresó a Londres para entrenar en solitario, con el equipo de gira, aunque había amenazado con ejercitarse en solitario en su país. Modric se incorporaba a su selección en la segunda semana de agosto y aún no había acuerdo. Hubo que esperar hasta el 27 de agosto para que ambos clubes llegarán a un acuerdo por 30 millones más objetivos.
Bale tampoco se presentó
Gareth Bale no acudió a los entrenamientos con el Tottenham, en el año 2013, alegando una supuesta lesión, pero su objetivo era forzar su salida del club y el fichaje por el Real Madrid. Además fue convocado por la selección de Gales para jugar dos partidos de clasificación para el Mundial de 2014 que sí disputó. Finalmente Bale firmó con el Real Madrid el 1 de septiembre de ese año.
Fue por tanto un fichaje muy largo. De hecho, en agosto, Levy amenazó al galés con dejarle un año en el banquillo pese a que Gareth contaba con que su presidente cumpliera su palabra de que le iba a dejar salir si el equipo no se clasificaba para la Champions, como así fue. El punto de fricción entre el Madrid y los Spurs era la cuantía de traspaso. Levy pedía 145 millones de euros. Al final, costó 101 millones, entonces el traspaso más caro en la historia del club.
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