Los Rockets cierran otra deplorable temporada con la no renovación de su entrenador, Stephen Silas. Comienza un nuevo tiempo en Houston.
Los Rockets pusieron fin a su temporada este domingo en la cancha de los Wizards. Lo hicieron con una insulsa victoria que aporta entre cero y nada a un curso altamente decepcionante, en el que añadían a Jabari Smith a la nómina de jóvenes como Green, Sengun, Porter y demás. Es el segundo peor equipo de la Conferencia Oeste y no levanta cabeza desde que Harde se fue a Brooklyn. Tiempos muy pasados para un conjunto con necesidad de respirar aire fresco.
Jake Fischer, de Yahoo, ya avanzó este fin de semana que Stephen Silas no iba a continuar el próximo año. Justo tras terminar el partido otros dos periodistas, Wojnarowski y Charania, confirmaron esa noticia. La franquicia tenía la opción de ampliar un cuarto año la vinculación entre ambos, pero no será así. Este lunes, en una reunión formal para analizar la campaña, se le comunicará de forma oficial que deja de ser el entrenador. Stephen, hijo de recientemente fallecido Paul, llevaba muchísimos años como asistente y alcanzó el puesto de trabajo como principal después de destacar en los Mavericks. Desde 2020 su récord es de 59-177, lejos de lo que se esperaba aunque el equipo fuera un contenedor de inexpertos que debían ir creciendo poco a poco. No se han visto visos de mejora, no los suficientes, y está fuera. Las primeras informaciones sitúan la lista de candidatos al puesto en éstos: Nick Nurse, Ime Udoka, Kenny Atkinson, Frank Vogel, Adrian Griffin, James Borrego… También habrá nuevo técnico en Detroit con la subida de Dwane Casey a las oficinas, dejando libre el banquillo a otro técnico.
Los Rockets manejaron bien los tiempos, al contrario que durante buena parte de su campaña, para remontar a los Wizards, que salieron más bravos a la cancha, y terminar por encima en el marcador. Sólo habían ganado siete encuentros a domicilio antes de éste y fue una forma, sobre todo por parte de los menos habituales, de cerrar un ciclo. Silas deja paso al siguiente, alguien que pueda transformar el potencial en realidad de una vez por todas.
109-114 terminó este encuentro en D.C. en el que los texanos remontaron durante la segunda mitad. El ímpetu de Goodwin (22) o Kispert (18) se hizo patente durante los primeros minutos y obligó a los jugadores visitantes a mejorar con el paso de la velada. Smith, después de una calentura que derivó en técnica, acabó como máximo anotador del Houston: 20. Hasta siete de los Rockets acabaron en dobles dígitos de anotación, no estando entre ellos un errático Usman Garuba que se quedó a cero en 12 minutos.
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