Sam Bradford, quarterback reclutado por los St. Louis Rams en 2010, es el novato con el contrato más grande en la historia de la NFL.
Faltan 24 horas para el NFL Draft de 2023 y el amplio favorito para ser reclutado con la primera selección global es Bryce Young, quarterback de Alabama. La cuestión salarial es algo muy transparente en la NFL y los prospectos obtienen un buen ingreso si son elegidos en los primeros puestos.
Sin embargo, ninguno podrá emular a Sam Bradford (8 de noviembre de 1987), quarterback de los Oklahoma Sooners, reclutado con el primer pick del Draft de 2010 por los St. Louis Rams. Una lesión en el hombro mermó su último año de college, pero acumuló 3,512 yardas con 18 touchdowns y 15 intercepciones.
Bradford recibió un contrato de seis años cuyo valor máximo era de 78 millones de dólares y tenía 50 millones garantizados. En su primer año fue nombrado como el Novato del Año tras acumular 3,512 yardas con 18 touchdowns y 15 intercepciones.
Antes de Bradford, el contrato más alto había sido el de JaMarcus Russell con los Raiders. El equipo de Oakland le dio un contrato de seis años y 61 millones de dólares al quarterback de LSU luego de hacerlo el primer pick del Draft de 2007. Russell solo cobró 39.3 millones puesto que fue cortado por el equipo en mayo de 2010
La NFL tomó cartas en el asunto y el año posterior al reclutamiento de Bradford estableció una escala para los contratos de los novatos. Por ello, la primera selección global del Draft de 2011, que fue el quarterback Cam Newton, obtuvo un contrato de cuatro años y 22 millones de dólares. De acuerdo con algunas predicciones realizadas por sitios especializados como Spotrac, si los Panthers toman a un quarterback en el próximo Draft deberán entregarle un contrato de 41 millones de dólares.
La carrera de Bradford en la NFL
Bradford no pudo cobrar todo su contrato con los Rams puesto que fue intercambiado en 2015 a los Philadelphia Eagles junto a una selección de quinta ronda para que Nick Foles y selecciones de segunda y cuarta ronda llegaran a St. Louis.
Tras su primera campaña en Philadelphia, los Eagles prefirieron a Carson Wentz sobre él y lo mandaron a Minnesota vía canje a cambio una selección de primera ronda de 2017 y una condicional de cuarta ronda de 2018. Bradford fue titular debido a una lesión de Teddy Bridgewater y lideró la liga en porcentaje de pases completos, pero solo logró ganar siete de los 15 partidos que jugó.
Una lesión de rodilla lo limitó a tres partidos en 2017 con los Vikings y un año después, en 2018, firmó un contrato de dos años y 20 millones de dólares con una opción para el segundo. Sin embargo, fue cortado antes de terminar la temporada y nunca más volvió a jugar en la NFL.
De por vida, Bradford jugó en 83 partidos y firmó un récord de 34-48-1. Acumuló 19,449 yardas con 103 touchdowns y 61 intercepciones tras completar el 62.5 por ciento de sus lanzamientos.
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