Tras pasar dos semanas a prueba, los Falcons ofrecen un contrato al receptor zaragozano, que peleará ahora por hacerse con un hueco en la plantilla final.
Un rayo de esperanza para un Arcega-Whiteside que el año pasado fue cortado por los Seattle Seahawks, franquicia en la que pasó la última campaña tras ser traspasado por los Eagles. Su tiempo en Philadelphia, equipo que apostó por el aragonés en la segunda ronda del Draft de 2019, no fue el mejor, y desde entonces J.J. ha luchado por mantenerse dentro de la rueda de la NFL. En Seattle, el español no llegó a jugar ningún partido de temporada regular, y principalmente formó parte de la plantilla de prácticas hasta que fue cortado el pasado mes de noviembre.
En enero de este año, el receptor (aunque llegó a cambiarse de posición y ser tight-end, además de especializarse en equipos especiales) tuvo una prueba con los Carolina Panthers, aunque no llegó a firmar con ellos. Y, hace dos semanas, J.J. ingresó en el campamento para rookies de los Atlanta Falcons, una franquicia inmersa en una profunda reconstrucción y que puede ser un encaje perfecto para Arcega-Whiteside. Tras dejar buenas sensaciones en estos días, los de Georgia firmaron un contrato con el español, que seguirá entrenando con la franquicia en busca de entrar en la plantilla final para la temporada.
“El jugador de 1,90 metros y 107 kilos puede no tener la estructura de los receptores grandes y rápidos que a menudo son codiciados en esta liga, pero según la forma en que le gusta jugar a esta ofensiva, Arcega-Whiteside es alguien que podría encajar perfectamente. Corre con fuerza y es grande. Sería difícil de placar para un defensor pequeño. También me gustaría ver sus habilidades de bloqueo, debido a su tamaño. Con la forma en que los Falcons corren el balón, ese conjunto de habilidades podría ser un atractivo particular en esta ofensiva”, escribió Tori McElhaney, periodista de los Falcons, sobre el español durante los recientes entrenamientos. Un nuevo inicio para J.J.
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