Davidovich se gana el derecho a soñar con la final de Montecarlo

Davidovich, tras la victoria.
Davidovich, tras la victoria.VALERY HACHEAFP

Disparado tras la victoria en segunda ronda ante Novak DjokovicAlejandro Davidovich consiguió en Montecarlo clasificarse para su primera semifinal de un Masters 1000. El español se impuso a Taylor Fritz, décimo cabeza de serie y campeón este año en Indian Wells, por 2-6,
6-4 y 6-3, y se medirá este sábado (13.30 h., Movistar) a Grigor Dimitrov, quien superó a Hubert Hurkacz por 6-4, 3-6 y 7-6 (2). «Ganar al número 1 del mundo te da mucha confianza física, mental y técnicamente. Me empujo cada partido para jugar más y más duro», dijo tras certificar el mayor logro de su carrera.

Davidovich, cuartofinalista en 2021 en este mismo torneo, cuando se vio obligado a retirarse por lesión ante Stefanos Tsitsipas, a la postre campeón, nunca había ido más allá de tercera ronda en ningún otro torneo de esta categoría. A sus 22 años, transcurrido un lustro desde que ganó el título júnior en Wimbledon, ya tiene garantizado ascender desde el puesto 46º al 32º, a la espera de lo que suceda en el desenlace de la primera gran cita sobre arcilla.

Sin ser ni mucho menos un especialista sobre arcilla, Fritz venía con la bien ganada vitola de haber terminado en la final de Indian Wells con la racha de 20 victorias consecutivas de Nadal, que disputó el encuentro mermado físicamente por una lesión en las costillas. El estadounidense se escapó en el primer parcial después de que Davidovich no fuese capaz de aprovechar sus cinco oportunidades de rotura. Tenaz, con un buen porcentaje de primeros servicios, el español consiguió romper en el noveno juego del segundo set y volvió a hacerlo en dos ocasiones en el tercero.

«Me divierto con cada punto. En el primer set tuve muchas posibilidades para romper y no lo hice. Pero seguí concentrado y creyendo en mí mismo», comentó tras conseguir su segunda victoria en otros tantos partidos ante Fritz, a quien ya había derrotado en 2019 en la primera ronda del ATP 250 de Estoril.

El español, cuyo mayor logro en una temporada discreta eran hasta ahora los cuartos de Doha, tiene todo el derecho a soñar con plantarse en la final. Se encontrará con el estilista Dimitrov, casi un extraño en esta superficie. Davidovich le ganó por 6-4 y 7-6(2) el pasado año en la primera ronda de Roma.

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