La Comisión de la Fórmula 1 da el visto bueno para aumentar de tres a seis carreras al sprint a partir del próximo 2023. Se mantendrá el formato actual.
La Fórmula 1 quiere más carreras al sprint y están dispuestos a doblar la apuesta. Tras la segunda Comisión de la F1 esta temporada, la organización ha dado ya luz verde para llegar hasta las seis carreras al sprint el próximo 2023. Es decir, el doble de las que se disputan este 2022 (Ímola, Austria y Brasil), misma cifra que en 2021 y con un formato que tanto ha gustado a pilotos y aficionados. Una apuesta de Liberty Media para subir las audiencias del fin de semana que, sin duda, ha funcionado. Las tres citas al sprint se colaron entre lo más visto del pasado curso y, en vista de lo sucedido en Ímola el pasado fin de semana, parece que se sigue el mismo camino. O pinta incluso mejor que en 2021.
Lo cierto es que lo impredecible que es ya de por sí esta primera temporada en la nueva era de la F1, hace que las carrera al sprint sean una moneda al aire. Por eso, el nuevo formato gusta cada vez más a los pilotos, que ya tienen que ponerse las pilas desde el viernes para la clasificación tradicional, sin opción a probar nuevas piezas por falta de tiempo. Otro de esos cambios de la F1 que le acerca más a puro espectáculo, a ese estilo estadounidense que ha disparado su popularidad entre los más jóvenes. “La primera cita con formato sprint de esta temporada en Imola ha resultado ser exitosa entre los aficionados y vendedores de entradas. A raíz de ello, la Fórmula 1 y los equipos han apoyado la extensión de seis eventos al sprint para la temporada 2023, que usará el mismo sistema que este año”, revela la FIA en su comunicado tras la reunión en Londres, dirigida por el presidente de la FIA, Mohamed Ben Sulayem.
Sin embargo, pese a la aprobación de los equipos de Fórmula 1 y el apoyo de la FIA, la medida se sigue estudiando de cara a 2023. A falta de la visto bueno final, la organización “todavía está evaluando el impacto de esta propuesta en sus operaciones en pista y en el personal, y proporcionará su opinión a la Comisión” en el futuro. Y es que, pese a la gran subida de sus audiencias, el formato al sprint también supone un impacto económico al Mundial que verán si se puede asumir con garantías.
Explosión en las audiencias
Pese a que muchos todavía no sean partidarios de los fines de semana al sprint, no se puede obviar que el cambio ha sido a mejor para la Fórmula 1. El deporte, estancado en las últimas décadas, ha recuperado a su audiencia más valiosa: los jóvenes y Estados Unidos en general. El impacto de la serie de Netflix junto al espectáculo de los fines de semana al sprint ha rejuvenecido un deporte etiquetado como antiguo ligado a la figura del petrohead cuarentón. Y es que los números no mienten: el sprint registró una audiencia total de 5,2 millones, un 43% más que la media del año pasado (incluyendo los sprint de Gran Bretaña, Monza y Sao Paulo) y un 14% más que la clasificación del GP de Emilia Romagna de 2021.
Pero la audiencia ya no solo se estanca en los días de carreras. El nuevo formato al sprint aviva la audiencia de los viernes, registrando un total de 2 millones de espectadores durante la clasificación tradicional. Es decir, supone un 35% más que la media de 2021 (donde se incluyen los tres fines de semanas al sprint) y un 319 % más que la sesión de FP2 de Emilia Romagna de 2021 (ambas se celebran el viernes por la noche). Por el momento, la Fórmula 1 sigue gozando de buena salud y las buenas noticias no dejan de llegar: la audiencia media por GP es de 18,7 millones los sábados y los domingos de carreras, un 17% más en comparación a la audiencia media que cerró el 2021.
Normativas aprobadas
Pese a que las seis citas al sprint supongan la gran revolución de cara a 2023, la Comisión de la Fórmula 1 de este pasado martes en Londres ha servido también para discutir ciertos aspectos que estaban todavía sobre la mesa. Entre las novedades, la organización ha aprobado por unanimidad el uso obligatorio de cámaras en los cascos para todos los pilotos a partir del próximo curso, actualizando así el Reglamento Técnico de la siguiente temporada. También por apoyo unánime se ha aprobado un menor uso de los neumáticos, reduciendo de 13 a 11 juegos de gomas en dos eventos de 2023.
Con ello, la Fórmula 1 da un paso más hacia la sostenibilidad que busca alcanzar de cara a 2026, cuando llegue el siguiente gran cambio de la competición. De hecho, han avanzado nuevos detalles de los motores que ya se preparan para dicha temporada. Prometen mantener el espectáculo con un “rendimiento similar a los diseños actuales, utilizando motores de combustión interna V6 de alta potencia y altas revoluciones, evitando una diferenciación excesiva de rendimiento para permitir una mejor capacidad de carrera. También serán más sostenibles, ya que incluirán “un aumento del despliegue de energía eléctrica hasta el 50% y utilizará un combustible 100% sostenible”. El objetivo será seguir ajustando costes de producción para no llegar a precios desorbitados, llamar la atención de nuevos fabricantes de unidades de potencia y hacer que la aerodinámica pierda protagonismo, dependiendo más de los motores. De hecho, no descartan la reducción de la masa y las dimensiones de los coches, que no han dejado de crecer en las últimas décadas.
Dejar una contestacion