Jon Rahm gana el Abierto mexicano, su séptimo triunfo en la PGA: “Fue un fin de semana bastante estresante”

Jon Rahm celebra su triunfo.
Jon Rahm celebra su triunfo.Eduardo VerdugoAP

Jon Rahm logró la séptima victoria de su carrera en el PGA Tour tras mantener su ventaja en la jornada definitiva del Mexico Open at Vidanta. El español dio una auténtica exhibición de consistencia y juego largo durante los cuatro días de torneo para lograr el primer título de la temporada y recuperar las buenas sensaciones después unas semanas complicadas.

La clave de este cambio de resultados y de superar sus discretas últimas actuaciones llegó precisamente el domingo del Masters de Augusta, en su partido junto a Tiger Woods. “Sabía que mi golf estaba mejorando, y que estaba viendo resultados y esta semana lo he demostrado. Creo que el domingo con Tiger en Augusta me dio bastante confianza. Estaba siendo demasiado técnico en mi enfoque y en realidad soy un jugador de sensaciones y aquel domingo en Augusta me dije a mí mismo simplemente sal y golpea la pelota de golf, haz tiros, mira el vuelo de la pelota y ejecuta. Y firmé un 3 bajo el par sin tener mi mejor juego y en un día complicado”, aseguró.

“Así que apliqué lo mismo esta semana, pensamientos técnicos mínimos y simplemente visualizando el vuelo de la pelota del tiro y volviendo a mi verdadero yo y realmente vi la diferencia. Mi juego de hierros fue muy, muy sólido, especialmente contra el viento”, afirmaba Jon en la rueda de prensa posterior a su victoria.

Una enorme sensación de alivio inundaba al jugador de Barrika tras certificar los dos putts en el 18 y su victoria. “He sufrido más de lo que debería. Fue un fin de semana estresante”, confesaba. No fue el mejor juego de Rahm, ni tampoco el mejor fin de semana sobre el áspero césped de paspalum del los greenes del campo mexicano, pero hubo dos factores determinantes al alcance de muy pocos jugadores que le llevaron directamente hasta el trofeo; la solidez del mejor juego largo del golf actual y su carácter ganador: un coctel capaz de derrotar a cualquier rival. Rahm se dejó muchas oportunidades de birdie por el camino, pero su tarjeta final de 69 golpes (-2) fue un compendio de como competir bajo presión.

Rahm embocó putts claves para par durante todo el día. Hasta en seis hoyos llegó a salvar compromisos desde los dos hasta los cinco metros que impidieron tropiezos del español. El único bogey llegaría en el hoyo 10 tras una mala salida. El número dos del mundo administró los hoyos de birdie, aprovechando los hoyos 6, 7 y sobre todo el último birdie firmado en hoyo 14, que sería determinante. El resto fue mantener su solidez encadenando pares y ver como sus rivales iban cayendo, primero Cameron Champ, tras el triple bogey del hoyo 8 y luego Kurt Kitayama.

 

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