El mediocampista del PSV Eindhoven y de la Selección Mexicana atendió a AS desde los Países Bajos: habló sobre su renovación con ‘Los Granjeros’, su gol ante el Mónaco y su adaptación al fútbol europeo.
Erick Gutiérrez vive su momento más dulce desde que llegó a los Países Bajos. Los sinsabores de los primeros días han quedado atrás. Muy atrás. El exjugador del Pachuca ha logrado revertir las sensaciones. El gol de último minuto que anotó al Mónaco en el partido de vuelta de la tercera ronda de clasificación de la UEFA Champions League, el cual valió para empatar el marcador global in-extremis, fue la principal evidencia, la consecuencia. En realidad, ‘Guti’ ya había cuajado una temporada redonda 2021-2022 con el PSV Eindhoven: 38 partidos, dos goles, cuatro asistencias, 2,799 minutos de juego, estadísticas que se tradujeron en una Copa de los Países Bajos. El nuevo curso, el del Mundial, ya comenzó con buenos colores: ‘Los Granjeros’ ya ganaron la Johan Cruyff Shield (Supercopa) y apuntan despojar al Ajax de la Eredivisie.
Ruud van Nistelrooy, entrenador del PSV y renombrado exdelantero, confía plenamente en el seleccionado nacional. 2019 y 2020 fueron un aprendizaje. El futuro es ahora para ‘Guti’, consolidado en un club que ya renovó su contrato hasta 2025. Por algo habrá sido. Dos días después de su aparición mariana en Champions League, uno después de la extensión de su vínculo laboral, y a 101 del inicio del Mundial de Qatar, Gutiérrez sostuvo desde Eindhoven una charla con cuatro medios de comunicación en la que participó AS. Los ecos después de un sueño cumplido, los preámbulos de otro en puerta.
– ¿En qué términos se dio tu renovación?
Todos conocen mi situación cuando llegué al PSV. No fue nada fácil, me costó mucho consolidarme, ganarme un lugar, tuve muchas lesiones, no jugaba cuando estaba bien. Ahora estoy bien físicamente, y eso me ha ayudado mucho. Mejorar mi intensidad me ha ayudado mucho a adaptarme al fútbol de acá. Ahora estoy muy contento con la renovación. Eso quiere decir que estoy haciendo bien las cosas, que me quieren aquí. Eso me hace sentir importante. Estoy muy contento, ya se estaba hablando desde hace mucho tiempo sobre la renovación. Al final se llegó a un acuerdo que gustó a ambas partes. Feliz de quedarme aquí, donde me han tratado como si estuviera en casa.
El primer año sí me costó, el ritmo de juego, la intensidad. Me sentía superado por mis compañeros en ese aspecto. Intentaba, pero a veces no se me daba.
– ¿Cuál es tu principal meta con el PSV?
El objetivo principal es clasificar a Champions, que es un torneo que tanto club como fans queremos disputar. Es una competición muy importante en el que te puedes enfrentar a grandes equipos. Y, luego, seguir consolidándome, tener minutos, jugar lo más que se pueda y ganar la liga, lo cual aún no he tenido la fortuna de hacer.
– Cuéntame sobre tu gol contra el Mónaco. ¿Cuáles fueron tus sensaciones?
La verdad no tenía pensado que iba a anotar, pero quizá es el gol más importante de mi carrera, por lo que significó y el momento en el que estaba. Es algo inolvidable para mí. No hago tantos goles, pero cuando los hago los vivo al máximo, los festejo con mucha pasión. Estoy contento porque pude acercar al equipo a un objetivo que tenemos muy claro. Lo voy a recordar por mucho tiempo, fue muy bonito.
– ¿Cómo es tu relación con Ruud van Nistelrooy? ¿Qué te dice, qué te aconseja? ¿Cómo ha modificado su llegada al equipo (en marzo de 2022, en sustitución de Roger Schmidt) tu rol sobre el terreno de juego y cómo te ha ayudado a mejorar?
Con Ruud tengo muy buena comunicación, él habla español también. En la pretemporada llegué dos días y me lastimé la rodilla, no entrené. Casi toda la pretemporada no la hice, inicié después y ahora no he tenido la fortuna de comenzar los partidos que hemos jugado: empecé en la banca en el de ida en Mónaco y me costó. Pero, poco a poco, voy poniéndome en forma, ganando más minutos. Con él tengo muy buena relación, habla mucho con el jugador y eso es bueno para mí porque me da más confianza. También tuvo mucho que ver en que yo renovara.
– Hay mucha gente que piensa que la liga holandesa no es muy exigente, porque la comparan con la española, por ejemplo, ¿qué piensas al respecto?
Claro que hay exigencia. Es muy fácil hablar desde lejos. Es una liga muy exigente porque cuando jugamos contra equipos de otras ligas no es fácil que nos ganen; eso refleja cómo es el fútbol de acá, que es muy intenso, muy rápido, incomodamos mucho a otras ligas. He tenido la oportunidad de jugar con equipos españoles e ingleses y no veo tanta diferencia. La Eredivisie tiene mucha competencia. Ahora están viniendo más mexicanos para acá y eso es bueno para la liga y para el país. A veces malinterpretamos esa forma de pensar de la liga holandesa.
– ¿Qué tiene el PSV que les va tan bien a los mexicanos ahí? Están los ejemplos de Guardado, Moreno, Salcido, ‘Maza’, ahora tú…
No sé. Desde que llegué me han tratado muy bien los fans. Nos quieren mucho a los mexicanos, esa es la realidad. A pesar de que cuando llegué no hice lo que esperaban todos los aficionados, siempre me apoyaron, dieron mensajes positivos para mí. Siempre que viene un mexicano acá hace cosas importantes. Por eso los directivos están interesados en traer talento mexicano. Tanto jugadores como los que visitan saben que aquí quieren mucho a los mexicanos y eso es por el fútbol: todos los que han venido han hecho bien las cosas; se han ganado la confianza de los aficionados y por eso nos respaldan dentro y fuera de la cancha.
– ¿Qué mejoró para que pudieras establecerte como una pieza importante en el equipo? Tú mismo dijiste en alguna otra entrevista que echabas en falta tener más minutos de juego. Tus inicios en el PSV fueron un tanto complicados. ¿Qué hiciste parar encontrar tu lugar?
El primer año sí me costó, el ritmo de juego, la intensidad. Me sentía superado por mis compañeros en ese aspecto. Intentaba, pero a veces no se me daba. El segundo año trabajé muy bien, mejoré muchas cosas. Conforme iba pasando el tiempo me sentí mejor, pero a veces no depende de ti, sino de la confianza del entrenador, que hable contigo, porque llegó un momento en el que no me sentía capaz de jugar. Finalmente llegó un técnico que habla un poco más conmigo: me explicó lo que quería y empecé a soltarme. Mejoré muchísimo en lo defensivo, que me hacía mucha falta; en la intensidad, en los duelos. Creo que eso me ha ayudado para ganarme un lugar.
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